Una vez, cuando fui de visita a ala casa de mis abuelos, se me dio por mirar a través de una claraboya que daba a la casa de unos vecinos que eran nuevos en el barrio. Tenia mucha curiosidad por saber quienes vivían allí.
Nunca me imagine lo que podía estar sucediendo en esa casa...
Una niña pequeña atada a una cama estaba llorando desconsolada; de repente, una mujer delgada de cabellos oscuros entro en la habitación y comenzó a gritarle y a pegarle sin ningún motivo. La niña gritaba y la mujer le pegaba mas y mas. Hasta que de pronto, se oyó en gran silencio. Me asuste mucho, pensé que podía estar muerta. Corrí a avisarle a mi abuelo quien se asomo para ver lo que pasaba. Al ver a la niña atada rápidamente fue a llamar a la policía. Al cabo de unos minutos, un patrullero llego al lugar y pudo rescatar a la niña que estaba desmayada. Ella se llamaba Celestina. Era la hija de un empresario que había sido secuestrado hacia unos días y por la que estaban pidiendo un rescate. Los delincuentes de la banda fueron detenidos y Celestina se reunió con su familia. El padre de Celestina nos agradeció mucho y nosotros nos fuimos muy felices de poder ayudarlos.
Paula Lorena Taravini 7° D
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1 comentario:
¡Qué buena investigación! Sería genial que en todo el país existieran estos investigadores, así descubriríamos más crímenes y robos. Lydia
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