Un día Francisco estaba trabajando en su veterinaria, bañando a un perro de raza boxer. Él salía a trabajar tipo 9:30 de la noche, la hora no pasaba más, tenía ganas de subirse al tren y llegar a casa, por suerte llegó la hora. El no iba solo, se iba con el amigo del negocio de al lado.Al final hubo un problema con el señor de al lado del dueño, tubo que cerrar a las 10:30. Hora más tarde, esperó y habló:
- bueno le dijo Francisco, son las 10:20 de la noche y ya estamos. Faltan 10 minutos más para cerrar.
Llegó la hora, cerraron fueron para el tren y le dijo el amigo a Francisco, se te cayó la billetera en la vías. Francisco se bajó y la fue a buscar, el tren ya estaba cerca y silbaba, ya llegaba. El amigo le dijo que no baje, pero Francisco no lo entendió y bajó, el tren pasó y el amigo no lo vió. Pensó algo muy feo, pero Francisco se escondió sobre los rieles y se levantó lentamente. El amigo se asustó, pero Francisco salió ileso. Desde ese día Francisco aprendió a no buscar las cosas que se caen en los rieles, a menos que tenga sus cosas personales.
Juan Campos y Manuel Castro.
- bueno le dijo Francisco, son las 10:20 de la noche y ya estamos. Faltan 10 minutos más para cerrar.
Llegó la hora, cerraron fueron para el tren y le dijo el amigo a Francisco, se te cayó la billetera en la vías. Francisco se bajó y la fue a buscar, el tren ya estaba cerca y silbaba, ya llegaba. El amigo le dijo que no baje, pero Francisco no lo entendió y bajó, el tren pasó y el amigo no lo vió. Pensó algo muy feo, pero Francisco se escondió sobre los rieles y se levantó lentamente. El amigo se asustó, pero Francisco salió ileso. Desde ese día Francisco aprendió a no buscar las cosas que se caen en los rieles, a menos que tenga sus cosas personales.
Juan Campos y Manuel Castro.
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